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Tengo cáncer: cómo manejar emociones y pensamientos

¿Por qué yo? Conozco al menos 15 o 20 personas que se lo merecen mucho más que yo. Y, sin embargo, soy yo el que tiene cáncer. ¿Por qué me ha tenido que tocar a mi? ¿Por qué la vida es tan injusta conmigo? El día que entendí lo que implicaba tener cáncer, este tipo de pensamientos y emociones eran recurrentes en mi cabeza. Para colmo, encima me sentía mal por tener esta clase de pensamientos. Ahora sé que la emoción desde la que pensaba era la ira y la frustración. Que más tarde se transformaba en tristeza y culpabilidad. 

A menudo, muchas personas que han vivido un cáncer me confiesan haber tenido este tipo de emociones y pensamientos. Quiero que sepas que entra dentro de lo habitual tener un proceso emocional de este tipo. Soy Diego L. Rodríguez, experto en coaching oncológico y superviviente de cáncer. En este artículo quiero explicarte el proceso emocional que viven las personas con cáncer. Para que dejes de luchar contra tus emociones y empiezas a escucharlas. Porque entender la información que traen a tu vida es el primer paso para poder gestionarlas eficazmente.

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Las primeras emociones tras el diagnóstico de cáncer

Recuerdo que la primera emoción que sentí al saber que tenía cáncer fue desconcierto. Una duda tremenda me invadió. Bueno, en realidad eran millones de pequeñas dudas. Todavía hoy me mareo solo de recordar el proceso emocional que vive un paciente de cáncer al conocer su diagnóstico. 

Emociones y cáncer van de la mano. A pesar de participar en grupos de apoyo, obtener ayuda de los médicos, de mi familia y amigos… las emociones negativas lograban transformarse en dolores de cabeza cuando no lograba mantener una actitud positiva.

La parte del proceso emocional que más desgaste mental me produjo duró tres días. En esos tres días viví una auténtica montaña rusa de emociones. Pasé de reír inconscientemente a llorar el mar Mediterráneo dentro de una habitación de hospital sin ventanas. En otro artículo prometo contarte mi experiencia en el hospital. ¡Me pasaron auténticas locuras! Aunque si quiero adelantarte algo: estoy orgulloso de los grandes profesionales que tiene la sanidad pública española. Desde el celador hasta la doctora jefa de oncología. Espectacular. Gracias de corazón a todos ellos. 

Volviendo al tema… como te decía, emociones y cáncer van de la mano. He recopilado las emociones que al menos yo viví con más intensidad. Voy a hablarte de cada una de ellas, para que puedas entenderla mejor. También quiero darte herramientas que te ayuden a gestionar la energía que esa emoción trae consigo. Creo que ya te lo he dicho alguna vez: las emociones son información. Cuanto mejor entiendas la emoción, más fácil será gestionar su energía. ¡Y acuérdate también de que no hay emociones buenas y malas! 

Miedo y preocupación

A ver. Vamos por partes. Lo primero que tienes que saber es que el miedo es una de las cuatro emociones nucleares que existen. Se llaman así porque son emociones que están presentes en todas las personas. Sí, en todas. Si alguien te dice que no tiene miedo te está mintiendo. Y esto no lo digo yo, está demostrado y aceptado por la comunidad científica.

El miedo te informa de que estás ante una situación de peligro y trae consigo este mensaje: ¿qué quieres hacer, huir o afrontar la situación?  Seguro que ahora te estarás preguntando que porqué vas a tener que afrontar una situación que no quieres vivir. Claro, es que no te lo he contado todo… El miedo trae consigo otra emoción: el deseo. ¿Esto que quiere decir? Esto significa que detrás del miedo siempre se esconde el deseo. Lo que en realidad te pregunta el miedo es: ¿quieres afrontar la situación difícil y lograr tu deseo o prefieres huir y abandonar tu sueño? El deseo de un paciente de cáncer es curarse. Y el miedo a no lograrlo es el obstáculo que tienes que saltar para lograr alcanzar tu deseo.

La preocupación es simplemente un miedo atenuado. Si utilizamos una escala del 1 al 10 donde 10 es miedo y 1 es no tener miedo, 5 sería estar preocupado. Voy a revelarte lo que sucede en tu cabeza cuando tienes miedo. Mejor dicho, voy a explicarte porqué tu cerebro tiene miedo. Si has vivido una situación complicada y la has superado, nunca vas a tener miedo. Porque la experiencia te dice que ya has vivido una situación parecida y has logrado obtener tu deseo. Pero, cuando te enfrentas a un reto nuevo tu cerebro tiene miedo. Y, como te puedes imaginar, un cáncer suele ser algo nuevo para la mayoría de las personas.

El miedo, en realidad es una emoción que te advierte de que tu vida está en peligro. Es una emoción que intenta protegerte. El miedo, como el resto de las emociones, no es ni bueno ni malo. Pero si te empeñas en clasificarlo, ¡el miedo es bueno! Por eso, es fundamental que un paciente de cáncer tenga miedo y lo supere. Porque el deseo que hay detrás de un paciente con cáncer es el deseo de vivir. Por eso, tu única opción de curarte es afrontar y superar tu miedo. 

Ansiedad y estrés

Estas emociones aparecen en momentos críticos en el tratamiento del paciente con cáncer. Para aprender a gestionarlas, es esencial mantener una actitud positiva durante el proceso emocional. Concretamente la ansiedad, va de la mano de síntomas físicos. A continuación, te presento los que yo viví en primera persona:

  • Dormir era algo extremo: o no dormía nada o dormía demasiado.
  • ¿Concentrarse?: durante el tiempo que duró el tratamiento de quimioterapia vía intravenosa, fue imposible mantener cualquier tipo de concentración. Luego, con el tratamiento vía oral, mi concentración mejoró algo (aunque tampoco te creas que mucho eh).
  • Mi barriga era una orquesta: nunca había escuchado hacer tanto ruido a mi estómago.
  • No tenía muchas ganas de comer… o me lo comía todo.
  • Sentía opresión: sobre todo en el pecho y brazos. Si no lograba relajarme en esos momentos de tensión, la presión iba a más y la situación empeoraba.

 

Tengo que decir que no siempre se me presentaban estos problemas físicos. A veces simplemente me ponía nervioso y acababa derrotado y triste. Pasaba de desbordar energía a hacerme una bolita y meterme entre las sábanas blancas y ásperas de la cama del hospital. Hablemos pues de la tristeza. Otra de las emociones nucleares que están presentes en todas las personas. 

Tristeza y depresión

Por si no lo intuías, la tristeza juega un papel determinante en el proceso emocional que vive un paciente con cáncer. De hecho, es junto al miedo, la emoción que necesitas comprender mejor. Y para ello, mi consejo es que pidas ayuda. A mí o a cualquier otro profesional (eso ya como tú quieras). Por favor, que la tristeza no te atrape. Porque entonces la cosa se va a acabar poniendo chunga.

El mensaje que la tristeza trae a tu vida es el siguiente: estás ante una perdida. Y lo que la tristeza te pide es:

  1. Identifica qué es aquello que has perdido
  2. Llora la pérdida hasta que te vacíes
  3. Acepta que has perdido eso que para ti es importante y ya no va a volver
  4. A partir de tu nueva situación, construye una nueva realidad en la que estés cómodo.

 

Si antes hemos dicho que la preocupación es el miedo atenuado, con la tristeza y la depresión pasa al revés. La depresión es la tristeza llevada al extremo. Para que lo entiendas, la depresión sería una tristeza continuada, prolongada en el tiempo. La depresión tiene que ver con la no superación de una pérdida. Si un paciente con cáncer cae en depresión, significa que no ha pasado por alguna de las cuatro estaciones que te acabo de explicar. 

¡Detalle importante! Solo hay una única forma de que un paciente con cáncer se cure. Y esa forma es pasar por las cuatro estaciones de la tristeza y cambiar su actitud. Solo cuando construyes una nueva realidad en la que estás cómodo, tu actitud se vuelve positiva. Y desde esos pensamientos y emociones positivos, son desde donde vas a lograr superar el cáncer. La actitud es un factor determinante en la vida, y también en proceso emocional que vive un paciente con cáncer. Otro día te cuento más sobre el poder de la actitud y Viktor Frankl.

Duelo y pérdida

El duelo y la pérdida están muy relacionados con la tristeza. Aunque no son exactamente emociones, más bien derivan indirectamente de ellas. Existen dos tipos de duelo: el que vive el paciente de cáncer y el posible duelo que viven los familiares. 

El duelo del paciente con cáncer deriva de la pérdida de la vida tal y como la conocía antes. Es un duelo que está más relacionado con la emoción de la tristeza y las cuatro fases que te explicado. En cambio, el duelo de los familiares es un duelo más profundo. Este duelo se produce cuando el paciente con cáncer no logra superar la enfermedad y fallece. 

Te confieso que la muerte es un tema delicado para mí. Me cuesta hablar con serenidad de ella. Siempre que me conecto con la emoción que me produce el pensar en morir, me altero. A pesar de ello, siento que es necesario hablar de la muerte. Morir forma parte del ciclo natural de la vida. Y, lamentablemente, muchos pacientes con cáncer mueren. Me parece fundamental ofrecer un espacio a familiares y amigos para que logren superar esa pérdida. De hecho, esto es uno de los temas principales que trabajo con mis clientes en los procesos de coaching oncológico.

A modo resumen, estas son las cinco etapas y emociones que vive una persona que pasa por un duelo:

  1. Negación del problema o la situación
  2. Rabia, ira, enfado al ser consciente de que el problema es real
  3. Negociación entre el problema y las opciones para revertir la situación
  4. Tristeza después de desprender toda la energía de la ira y la rabia
  5. Aceptación y crecimiento para construir una nueva realidad.

Emociones tras recaída

Si quieres que te diga la verdad, yo tuve la gran suerte de no vivir una recaída. Así que este apartado lo he escrito a partir de vivencias de otros pacientes. También con la información que recogido de artículos científicos sobre emociones y cáncer.

En primer lugar, creo que las emociones que vive un paciente de cáncer al recaer dependen de varios factores:

  • El diagnóstico inicial
  • Las expectativas de curación que le genera el médico
  • La personalidad del paciente
  • El momento de la recaída (al principio, a mediados o al final del tratamiento)

 

Tanto pacientes como la comunidad científica coinciden en que el peor momento para recaer son las fases finales del tratamiento. Los efectos secundarios acumulados del tratamiento en el paciente con cáncer hacen que este momento sea muy delicado.  Y es preciso que tenga una gran red de apoyo a su alrededor para superar este proceso emocional.

Cambios corporales

¡Atención con esto! Existen dos tipos de cambios corporales que vive un paciente con cáncer. 

  • Los cambios físicos provocados por el tratamiento
  • Los cambios físicos provocados por el proceso emocional durante el tratamiento

 

Ojo que parecen lo mismo, pero en realidad no tiene nada que ver unos con otros. Los cambios físicos provocados por el tratamiento son dolores derivados de la parte médica. En cambio, los cambios físicos provocados por las emociones que siente el paciente con cáncer tienen otra fuente: son provocados por la actitud y el proceso emocional con la que el paciente de cáncer afronta el tratamiento.

Algunos de estos cambios físicos provocados por las emociones ya los hemos comentado antes, ¿te acuerdas? Cuando hemos hablado de la ansiedad y la depresión. Y respecto a los cambios físicos provocados por el tratamiento… ¡Puf! ¡Si me pongo explicártelos ahora se nos hace de noche! Te los cuento otro día, ¿te parece?

Relaciones sociales

Miedo, tristeza, ansiedad, depresión, duelo, pérdida… esto fue el batiburrillo de emociones que viví durante mi tratamiento como paciente de cáncer. Este fue mi proceso emocional. Supongo que me dejaré alguna emoción en el tintero, pero a grandes rasgos esto es lo más importante que tienes que saber.

Si tuviera que darte un consejo, te diría que pidieras ayuda. Creo que fue Paulo Coelho quien dijo que “para el buen combate todos necesitamos apoyos”. Que gran verdad… De hecho, este fue uno de los grandes aprendizajes que me dejó a mí el cáncer: Diego, para cumplir tus sueños y llegar tan alto como quieres llegar, necesitas rodearte de personas mejores que tú.

Sobrevivir a un cáncer es un objetivo suficientemente grande como para plantearse pedir ayuda, ¿no crees? Cuanto más grande sea tu red de apoyo, más fácil será tu día a día con el tratamiento. Súbete a hombros de gigantes y te aseguro que será más fácil lograr lo que te propongas. Sea curarte de un cáncer o ganar el premio Nobel de la Paz.

Problemas laborales

Si tu nacionalidad es española y trabajas para el Estado, puedes respirar tranquilo. No vas a tener ningún problema antes, durante y después del tratamiento como paciente de cáncer. La vida de funcionario es la vida mejor, al menos aquí en España. Es cierto que esto es muy relativo. Por ejemplo, yo no podría tener ese tipo de vida. Pero negar la realidad también es del género estúpido. Cuando las cosas se tuercen, trabajar para el Estado te ofrece muchas más facilidades que trabajar para la empresa privada. 

Me pasa algo parecido que con los cambios corporales que sufre un paciente con cáncer. No me da la vida para explicarte todos los agravios laborales que sufre un paciente con cáncer en este artículo. Así que, sintiendo en el alma, esto también lo vamos a dejar para otro día.

Cómo puede ayudarte el coaching oncológico

El coaching oncológico está íntimamente relacionado con la terapia oncológica. Ambas disciplinas ayudan al paciente durante el tratamiento a gestionar su proceso emocional. También hace lo mismo con los familiares. Como te he explicado en otros artículos, es fundamental que el paciente con cáncer viva en un contexto positivo. Esto favorece en gran medida el efecto del tratamiento, y en consecuencia su curación.

Llevo ya algunos años en esto del cáncer. He convivido y también he orientado a muchos pacientes con cáncer y familiares. Y todavía sigo flipando en colores al ver los resultados. Los pacientes que combinan el tratamiento médico con coaching o terapia oncológica acaban teniendo una mejor calidad de vida. No digo que se curen más, pero sí que logran superar el cáncer mucho mejor que los pacientes que reciben tratamiento médico. Descubre en este artículo que es el coaching oncológico y cómo puedo ayudarte. 

Un abrazo de los que mola mazo… ¡y Feliz Navidad!

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